La filosofía motivacional exige que se echen las campanas al vuelo
a la
menor excusa, para mantener
el ánimo en alto del equipo de trabajo.
Militarizar el país y tratar de venderlo son tareas extenuantes que
requieren de vez en cuando
una fiesta, en la que el espíritu infantil
que
todos llevamos dentro se libere. -En una fiesta como ésta no puede faltar un simpático payaso con sus bromas, sus trucos, sus chistes y sus payasadas..., aunque, como como de costumbre, al niño de la fiesta siempre se lo agarre de botana. -Ya es un juego que se usa poco, pero qué mejor manera de entretener a los invitados que jugar a ponle la cola al burro. -Como juegos inflables, alguien trajo unas encuestas de GEA-ISA. Pero los que sorprendieron a los invitados fueron los globos gigantes; uno de Forbes y otro de Hacienda... -Es hora de relajar un poco el tono militarista de los primeros 100 días. Unos gorritos de fiesta no desmerecen el quepí. |