HURACANES MUY INFAMES


Gran tormenta destructora
arrastró a unos despistados:
eran Fox y su señora,
buscando damnificados
en actitud redentora.


Ahora yacen en cajones
que la muerte, cruel, les cobra
mientras les tira sermones:
“Comerán alguna sobra,
pues no quiero yo gorrones”.

 

MUCHACHOS TAN GACHOS


Con actitud gandallesca
la muerte compró la vida
de los muchachos Bribiesca
en subasta muy torcida.
Su mamá montó gran gresca.


Ríe la calaverita:

“Tómalo, mujer, con calma,
no te pongas tan contrita;
mejor los llevo yo ahorita
y así no van a La Palma”

 

INNOMBRABLE Y DETESTABLE

En el panteón pasa algo vil:
Madrazo, Salinas y Gil
se juntan con el demonio
y hablan de tu patrimonio.
Más, ¿quién reina y quién es alfil?


Belcebú cree que los manda,
Madrazo quiere la banda,
Gil administra el dinero,
pero el poder verdadero
es del que vino de Irlanda.

 

 

 

VIVOS HARTO NOCIVOS


Tanto asco y pestilencia
Que se advierten por aquí
Seguro que es procedencia
Del edificio del PRI.


La Muerte llega en el acto
Y halla un aire amortajado:
Montiel ya está putrefacto,
Y Madrazo, agusanado.


¿Por qué el hedor es tan fuerte?
¿por qué se ven vomitivos?
¿cómo es que apestan a muerte,
Si aún ambos están vivos...?

EL BESO DE LA MUERTE


Al morir con optimismo
Felipillo está que zumba:
-Voy a prestarme a mí mismo,

Pa pagar mi propia tumba-.


La Flaca que muerte imparte
Se arrepintió de repente:
-No tiene caso matarte;
Pues ya te besó Vicente...-.

 

YA MURIÓ EL PEJELAGARTO


-Pero si estaba tan sano-
Lamentaba Bejarano.
-Tal vez se murió de empacho-
Exclamó Manuel Camacho.

-¿Lo picaría un abejorro?-
Se preguntaba Socorro.


Murió López Obrador.
¡Qué tristeza, qué dolor!
Se juntó con todos éstos
Salinistas y funestos.
Craso error, cuánto fastidio:
Seguro que fue suicidio.